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Aumentan capacidades locales de gestión en los corredores biológicos

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  • Los 15 CB priorizados ya cuentan con una planificación estratégica de acuerdo a sus características particulares.
  • Mecanismos financieros, como el Fondo de Negocios Verdes en CB, generan fondos para ejecutar las acciones propuestas en los planes.

Los 15 corredores priorizados por el Proyecto Corredores Biológicos ya cuentan con una planificación estratégica que les permita mejorar sus capacidades de gestión, diálogo y negociación con los actores presentes en el territorio.

Se trata de los planes de gestión de cada corredor biológico (CB), los cuales establecen propuestas viables y realistas, de acuerdo a los servicios ecosistémicos, culturales y ecológicos de cada región. En este sentido, el Proyecto facilitó un diagnóstico integral y participativo en cada CB priorizado con el fin de identificar los principales retos en el manejo sostenible de los recursos naturales, así como las fortalezas y oportunidades existentes para instalar sistemas productivos y modelos de gestión territorial sostenibles. 

“El Proyecto Corredores Biológicos impulsa la participación ciudadana para fortalecer las capacidades locales de gestión y de esta forma garantizar el uso sostenible de los recursos naturales y la conservación de la biodiversidad. Hemos visto durante un año el compromiso y entusiasmo de la gente, somos muy optimistas del trabajo que se realiza en cada uno de los de los corredores biológicos priorizados”, destacó Maike Potthast, Asesora Técnica de GIZ para el proyecto. 

Adicional a los planes de gestión, los integrantes de los comités locales reciben capacitación técnica en temas como biodiversidad, servicios ecosistémicos, ecología del paisaje, planificación estratégica y cambio climático; y acompañamiento para el fortalecimiento en procesos de diálogo multi actor, negociación, resolución de conflictos y creación de alianzas entre otras capacidades blandas. 

Mecanismos financieros para un desarrollo económico local

Identificar y priorizar acciones estratégicas es solamente el primer paso en la gestión de un CB. 

Para generar un flujo de fondos que garantice la ejecución de las acciones propuestas en los planes, el proyecto brinda asesoría para identificar instrumentos y mecanismos financieros existentes o que podrían desarrollarse, con el fin de que los mismos actores económicos sean el motor en la transformación hacia sistemas productivos y económicos más sostenibles. El vincular la gestión de los CB a mecanismos financieros a nivel local, regional o nacional además asegura un flujo de fondos sostenible en el largo plazo hacia proyectos y acciones de conservación y recuperación de aquellos ecosistemas que sostienen las actividades socioeconómicas de la población en los CB.

“Al no contar con presupuesto ordinario asignado, los corredores biológicos enfrentan el reto de implementar sus planes estratégicos y de gestión, por lo que históricamente los comités locales encargados de gestionar los corredores han recurrido a las donaciones y financiamiento de proyectos con organizaciones internacionales para este fin”, agregó Potthast. 

En esta línea nace el Fondo de Negocios Verdes en Corredores Biológicos, el cual brinda asesoría y cofinanciamiento a iniciativas innovadoras creadas por pequeñas y medianas empresas ubicadas dentro de los CB priorizados. El mecanismo, caracterizado por insertar cambios hacia un mejor uso de los recursos naturales, aumenta la productividad verde y brinda mayores oportunidades comerciales para los emprendedores, tanto a nivel nacional como en nuevos mercados internacionales. 

Otra innovación es el Global Conservation Standard (GCS), el cual establece una alianza entre el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC) con la organización sin fines de lucro FUNDECODES, para en conjunto constituir un mecanismo de compensación a nivel de responsabilidad social y ambiental, a partir de la generación y venta de certificados como comprobante de la efectividad en la protección de ecosistemas importantes (Créditos de Conservación, UCC). Al ser comprados los créditos por actores económicos, el dinero girado es invertido en actividades de desarrollo rural sostenible.

El área de intervención del mecanismo incluye 2.700 km2 de bosque privado, tierras protegidas estatales y corredores biológicos, generando 51 millones de Unidades de UCC por año, equivalente a US$51 millones para ser invertidos en medidas productivas sostenibles y de conservación.