Banco de Semillas
Categoría
Infraestructura verde
- Huertas
Espacio
- Colectivo
- Privado
Escalas
- Barrio
- Casa o edificio
- Ciudad
- Interurbano
Lugar
- Casas
- Edificios
- Espacios comunes en comunidades
- Entidades privadas
- Instituciones
Descripción General
Los bancos de semillas son espacios cuya función principal es almacenar, conservar y mantener semillas de alta calidad. Los procesos de conservación de semillas criollas o nativas son vitales para asegurar la conservación de plantas de gran diversidad genética que además aportan sabor, color, olor, resistencia a plagas y al clima local (Rivas et.al. 2013).
Los bancos de semilla promueven la agro-biodiversidad y la productividad agrícola incentivando el uso de semillas de polinización abierta (aquellas que se reproducen por medio de formas naturales de polinización y no de manera controlada por el ser humano) para garantizar la disponibilidad de semillas de buena calidad para la siembra de cultivos. Esto se realiza por medio de un programa de acción comunitaria para llevar a cabo la selección, reproducción, distribución y reutilización de variedades altamente productivas y de fácil adaptación a las condiciones climáticas y de suelo del local (Rivas et.al. 2013).
Al conservar tan amplia riqueza genética y promover la agricultura, los bancos de semillas aportan a procesos de conservación de cultura, aprovechamiento de conocimientos ancestrales y preservación de la identidad propia de cada región. Además, los bancos contribuyen a la seguridad alimentaria y nutricional de la región tambíen generando la posibilidad de tener independencia productiva (Villalobos Q., T. 2010).
Ubicación
Entidades y personas expertas
A-01 (A Company / A Foundation)
-
Arq. Oliver Schütte info@a-01.net
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M.Sc. Marije van Lidth de Jeude info@a-01.net
Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE)
Proyecto SANA Curridabat
-
Carlos Fernández, Artista Visual. fernandez.carlos.cr@gmail.com
INA, Centro Nacional Especializado en Agricultura Orgánica (CNEAO)
-
Ing. Gina Borero, Banco de Semillas gborerogonzalez@ina.ac.cr
Oficina Nacional de Semillas
Servicios ecosistémicos que provee
Servicios de apoyo
- Conservación de la diversidad genética
Servicios de regulación
- Polinización
- Secuestro y almacenamiento de carbono
Servicios de abastecimiento
- Alimentos
- Recursos medicinales
Servicios culturales
- Experiencia espiritual y sentimiento de pertenencia
Aspectos Ambientales
Durante los últimos 50 años, se ha visto la disminución más rápida de la historia en la disponibilidad de recursos naturales. Esta se ha dado en gran parte debido a la intervención de los humanos en el medio ambiente por medio de actividades relacionadas a la agricultura. A pesar de ser vitales para la producción de alimento, la forma en la que se han manejado ha tenido un efecto negativo en aspectos ambientales y socioeconómicos como es el caso de la degradación de suelos, la contaminación del agua, la pérdida de biodiversidad, pobreza y efectos en la salud de las personas, entre muchas otras (ONU, 2011, p. 74).
Al mismo tiempo, el medio ambiente se ha visto gravemente afectado por los grandes monocultivos de plantas genéticamente modificadas; un método de cultivo que abastece la demanda de un mercado creciente de personas. En 2016, el 55% del mercado mundial de semillas, estaba en manos de cinco grandes multinacionales, algunas de las cuales controlan simultáneamente otro mercado multimillonario, el de los plaguicidas. Sin embargo, la uniformidad necesaria para el modelo agroindustrial de monocultivo, entra en conflicto inmediato con los principios de la biodiversidad. Por lo tanto, en las últimas décadas miles de variedades de plantas han desaparecido, mientras que cada vez más agricultores dependen de semillas protegidas por los derechos de propiedad intelectual de estas multinacionales (Masucci, 2020).
Por otro lado, el uso de maquinarias pesadas y tecnologías en los monocultivos ha llevado a destruir en gran parte la capa superficial de la tierra junto con los microorganismos que viven en ella. De esta manera se han liberado altas cantidades de dióxido de carbono a nuestra atmosfera aportando al calentamiento global.
El cambio climático sin duda tiene un impacto significativo en la capacidad de producción de la agricultura, por lo que es sumamente importante cultivar variedades de plantas locales, las cuales tienen un alto grado de diversidad genética. Estas plantas, además, tienen la habilidad de sobrellevar y adaptarse de manera más efectiva a los cambios ambientales.
El implementar bancos comunitarios de semilla puede facilitar el acceso a variedades de semillas que estén adaptadas a las condiciones locales. Este tipo de semillas pueden no estar disponibles por otros medios o pueden ser costosas y en cantidades limitadas. Si las personas, en especial aquellas de escasos recursos y con cultivos de pequeña escala pueden participar y tener acceso a un banco de semillas con estas especies adaptadas a las condiciones locales, esto puede no solo ofrecerle las semillas para futuras siembras si no también ofrecerles suministros de semilla ante posibles tiempos de crisis aportando a su resiliencia e independencia (FAO, 2014).
Los bancos de semilla promueven métodos de cultivo que aportan a una agricultura diversa, orgánica, con semillas de plantas autóctonas y de gran valor genético lo cual incrementa la resiliencia de las huertas y otras áreas de cultivos ante los efectos del cambio climático. Si un sitio tiene sembrada solo una especie, como es el caso en un monocultivo, este es más vulnerable a plagas y otros efectos del clima. Por otro lado, las semillas que se almacenan son de plantas que favorecen los procesos de polinización y ayudan a generar alimento para la fauna local. Estas plantas también secuestran el carbono del aire y aportan a un suelo fértil. Si el suelo está saludable, las plantas están saludables, los humanos que las comen también se benefician y el medio ambiente puede recuperarse.
Cabe recalcar que en el contexto de la pandemia por COVID-19, se ha generado una conciencia sobre la importancia de la soberanía alimentaria. A su vez, incentivar que las personas cultiven sus propios alimentos, puede ayudar a acercarlas a la naturaleza, la agricultura y las tradiciones locales. Además, producir y consumir productos de manera local, no solo aporta a dicha soberanía sino también a reducir la contaminación causada por los procesos de producción y distribución de alimentos.
Especies de flora utilizables
Se recomienda que las semillas que se almacenan en un banco de semillas sean de plantas de polinización abierta. Son aquellas que se reproducen por medio de formas naturales de polinización (mediante pájaros, insectos, viento, etc.) y no de manera controlada por el ser humano. Las semillas de polinización abierta garantizan que todas las semillas de un cultivo provienen de ascendientes con rasgos conocidos y deseados. Ya que estas semillas cuentan con características dadas por el entorno donde se desarrollan de forma natural, soportan las condiciones del clima, son resistentes a plagas y enfermedades, y cuentan con características nutritivas especiales. Además, estas especies se mantendrán bastante constantes por varias generaciones (FAO, 2014).
Algunas especies de flora de polinización abierta son:
- Ayote (Cucurbita)
- Chile dulce (Capsicum annuum)
- Eneldo (Anethum graveolens)
- Frijol cuba (Phaseolus coccineus)
- Frijol de palo o gandul (Cajanus cajan)
- Frijol negro (Phaseolus vulgaris L.)
- Frijol payor (Phaseolus lunata)
- Frijol rabiza (Vigna unguiculata L. Walp.)
- Lechuga (Lactuca sativa)
- Maíz amarillo (Zea mays)
- Maíz pujagua (Zea mays indurata)
- Paste (Luffa aegyptiaca)
- Perejil italiano (Petroselinum crispum var. Neapolitanum)
- Rúcula (Diplotaxis tenuifolia)
- Tomate (Solanum lycopersicum)
Pasos
Implementación
Paso 1
Realizar una asamblea comunitaria para analizar la conveniencia y necesidad de planear el banco de semillas con miras a garantizar la disponibilidad y acceso a semillas para todas las personas involucradas.
Paso 2
Determinar las personas responsables del banco de semillas nombrando un comité administrativo.
Paso 3
Capacitar a los responsables del banco de semillas en temas relacionados con la administración, el almacenamiento, la conservación, el secado y el manejo agronómico de los lotes de semillas.
Paso 4
Construir o adaptar un espacio para el banco de semillas. Este no requiere de mucho espacio, sin embargo, debe proveer seguridad, ser de fácil acceso para la comunidad involucrada y ofrecer las condiciones mínimas necesarias.
Paso 5
Equipar el banco de semillas (Ver sección de especies de flora)
Paso 6
Mantener un registro y control de las salidas y entradas de semillas utilizando inventarios.
Mantenimiento
Paso 1
Cada persona usuaria cultiva sus productos y a la hora de cosechar, recolecta algunas semillas de sus mejores productos para almacenar en el banco de semillas. Se deben seleccionar las semillas más sanas para asegurar la continuidad del banco.
Paso 2
Las semillas se deben secar completamente antes de almacenarlas. Esto se puede hacer en un espacio seco, sin luz directa y con buena circulación de aire.
Paso 3
Luego de secarse completamente, las semillas están listas para su almacenamiento. Se recomienda pesarlas para saber la cantidad de cada tipo de semilla que se está guardando.
Paso 4
Se almacenan en recipientes que no sean porosos (preferiblemente de vidrio y que se puedan sellar al vacío) para evitar que se humedezcan o que ingresen insectos. El recipiente se debe llenar lo más posible para evitar que quede una cantidad muy alta de oxígeno que puede obligar a las semillas a tener procesos de respiración aeróbica que las deterioraran en poco tiempo. Entre menos oxígeno contenga el envase las semillas tendrán más durabilidad.
Paso 5
Por último, es de suma importancia rotular cada recipiente para poder llevar un control e inventario en el banco de semillas. Cada contenedor debe llevar la siguiente información:
- Fecha de empaque.
- Contenido: por ejemplo, semillas de tomate.
- Cantidad aproximada (onzas o gramos).
Recursos necesarios
Materiales
Se necesita un espacio que pueda ser utilizado para establecer el banco de semillas. En el caso de un banco para una comunidad pequeña (aproximadamente 500 personas), basta con adaptar un espacio con un área de alrededor de 10m². Este espacio puede estar en un edificio que ya sea utilizado con fines comunales, o inclusive en la casa de una de las personas encargadas. Sin embargo, cabe mencionar que, en el caso de una comunidad más grande, se necesitará de un espacio proporcionalmente más grande.
Además, se recomienda que los bancos de semillas estén equipados con lo siguiente:
- Una superficie que funcione como área de trabajo durante la selección y el empaque de las semillas.
- Una balanza para poder pesar las semillas.
- Lupas para hacer conteos de semillas.
- Estantes con bandejas para colocar las semillas durante el secado. Estás superficies pueden ser creadas con marcos de madera que tengan una base de malla fina para permitir la circulación del aire y agilizar el proceso de secado.
- Estantes para el almacenaje de los frascos de semillas.
- En algunos casos, y dependiendo de los requerimientos de cada semilla, se recomienda utilizar cámaras de refrigeración para almacenar los recipientes con las semillas a temperaturas controladas (en una escala pequeña puede ser inclusive un refrigerador).
- Medidores y reguladores de humedad para controlar y mantener baja la humedad del espacio (opcional).
- Etiquetas.
- Recipientes para almacenar las semillas. En los recipiente se puede utilizar ajo fresco e inclusive se pueden hojas de hierbas con esencias fuertes, como el orégano y el laurel, que ayudan a ahuyentar insectos y patógenos en general. Para evitar afectaciones por la humedad, los recipientes deben estar en un lugar seco y dentro de cada uno se puede poner ceniza bien seca o arroz para absorber el exceso de humedad.
- Recipientes plásticas o de vidrio en buen estado: preferiblemente opacas o de color oscuro. Se pueden reutilizar las botellas en las que generalmente vienen empacadas algunas salsas, condimentos, bebidas, etcétera, lavándolas con agua caliente y dejándolas secar muy bien. Antes de llenarlos con las semillas, los recipientes deben estar libres de insectos y patógenos que las puedan afectar durante el almacenamiento. Una opción para que las semillas se conserven secas es agregar en el fondo de la botella un poco de ceniza bien seca para absorber la humedad normal de las semillas y mantenerlas libres de hongos.
- Recipientes metálicos: estos recipientes son muy útiles ya que por lo general se pueden cerrar muy bien y no suelen tener agujeros que permitan la entrada de insectos. Además, la mayoría son opacos, lo que impide la entrada de luz que puede afectar la durabilidad de las semillas.
Recursos humanos
Persona usuarias y administradoras del banco de semillas.
Recursos financieros
Tomando en cuenta los recursos mencionados anteriormente, esta es una lista de costos estimados para implementar un banco de semillas (los precios mencionados son por unidad):
- Mesa: CRC 30.000
- Balanza: CRC 30.000
- Estante para el secado: CRC 40.000
- Estantes para el almacenaje: CRC 40.000
- Recipientes: CRC 500
- Cámara de refrigeración o refrigerador convencional (opcional): CRC 200.000
- Medidor de humedad (opcional): CRC 15.000
- Deshumidificador (opcional): CRC 15.000
Existen costos adicionales como por ejemplo el consumo de agua y luz que deben considerarse según las variables de cada caso.
Condiciones mínimas de implementación
Los Bancos Comunitarios de Semillas Criollas se pueden implementar siempre y cuando exista una comunidad interesada en generar y mantener este tipo de actividad. Es indispensable que la misma comunidad sea quien se encargue de la organización, administración y manejo de los recursos, con persona específicamente destinadas para estas tareas.
Para asegurar un funcionamiento ordenado y constante es necesario generar un ambiente de trabajo basado en el intercambio y la comunicación entre las personas que se ven beneficiadas por el proyecto. Del mismo modo, las personas beneficiarias se deben comprometer a devolver las semillas que se le han prestado al final de cada cosecha para poder mantener un inventario de semillas diverso y suficiente para todas las personas integrantes.
Es importante que el banco se encuentre ubicado en un sitio de fácil acceso para las personas usuarias y que se conserve las semillas en un lugar fresco, seco y oscuro. Los recipientes no pueden estar expuestos a la luz directa ya que algunas semillas se pueden ver afectadas por los cambios de temperatura y humedad.
Viabilidad
Riesgos
La logística y administración de un banco de semillas comunitario puede ser compleja ya que depende de que las personas involucradas “donen” su tiempo. Debido a esto, se pueden dar situaciones de roce entre sus integrantes, por lo que es de gran importancia fortalecer lazos y trabajar la comunicación asertiva.
Por otro lado, existen riesgos biológicos. El cambio climático puede llegar a modificar y volver impredecibles las épocas de fructificación y floración de los cultivos por lo que se puede dificultar la planificación de las temporadas de recolección de semillas. Otro gran riesgo que genera el cambio climático es la pérdida de los cultivos debido a mayores niveles de humedad y precipitación, lo cual aumenta el riesgo de plagas y hongos.
Las semillas almacenadas también se pueden ver afectadas por la humedad y los insectos, por ello es imprescindible que se almacenen de la forma más hermética posible como se menciona anteriormente.
Oportunidades
Al desarrollar los bancos de semillas en comunidades, sus integrantes tienen acceso directo, inmediato y sin gastos monetarios a una gran variedad de semillas que necesitan para la siembra. Esto aumenta la productividad local de granos básicos y otros cultivos, fomenta la autonomía alimentaria y favorece la diversidad de productos para ofrecer en el mercado y para balancear la dieta de las familias.
Esta solución basada en la naturaleza incentiva el uso entre las familias productoras de las variedades de plantas locales que se han adaptado a las características de la zona. Además, promueve el intercambio de semillas, lo cual aporta a multiplicar semillas locales para el beneficio de otras familias productoras.
Los bancos de semilla también son bancos de conocimiento: generan espacios de intercambio que pueden ser utilizados para la capacitación, discusión y creación de oportunidades de comercialización y propagación de especies. Además, permiten conservar conocimiento ancestral que se puede transmitir de generación en generación.
Otra gran oportunidad que se presenta es la creación de lazos de amistad, compromiso y confianza entre los miembros de la comunidad, ya sean beneficiarios o administradores del banco. Asimismo, brinda la oportunidad de compartir experiencias con otras comunidades para promover la creación de otros bancos de semilla y establecer una red.
Normativa legal
Política Nacional de Semillas de Costa Rica 2017-2030
“…existe un sector no formal, que se autoabastece e intercambia semillas, principalmente en el ámbito de la agricultura familiar, agricultura orgánica y de subsistencia. Cabe señalar que esta Política reconoce el derecho de los agricultores y particularmente los campesinos y pueblos indígenas a conservar, utilizar, intercambiar y vender las variedades locales, tradicionales y criollas que han desarrollado, conservado y cultivado generacionalmente. De igual manera se reconoce el derecho a la protección de los conocimientos y prácticas asociadas a estas variedades.” (SEPSA et.al., 2017: 15)
Ley N° 6289, Ley de la Oficina Nacional de Semillas
Esta ley establece que la Oficina Nacional de Semillas tendrá como finalidad específica la promoción y organización de la producción y el uso de semillas de calidad superior. Estará orientada hacia la consecución de un adecuado abastecimiento nacional de este insumo y podrá intervenir en todas las etapas de esos procesos y de la aplicación de ellos.
Ley Nº 8591, Ley de Desarrollo, Promoción y Fomento de la Actividad Agropecuaria Orgánica
CAPÍTULO VI, ARTÍCULO 20. “Acceso y uso de semillas criollas”: El Estado, por medio de las autoridades competentes, promoverá, estimulará y protegerá el derecho de las personas y organizaciones agricultoras al acceso, el uso, el intercambio, la multiplicación y el resguardo de semillas criollas, con el propósito de preservar el patrimonio genético criollo, en beneficio de las actuales y futuras generaciones de productores y productoras orgánicos. El MAG velará por el cumplimiento de esta disposición, en acatamiento de lo establecido en el Convenio de diversidad biológica, aprobado mediante la Ley N.º 7416, de 30 de junio de 1994, y en la Ley de biodiversidad, N.º 7788, de 30 de abril de 1998.
Referencias Bibliográficas
FAO. Community seed banks. Junior Farmer Field and Life School – Facilitator’s Guide. Food and Agriculture Organization. .
Fajardo V., J., et.al.. Appropriate Seed Varieties for Small-scale Farmers.. Food and Agriculture Organization..
Rivas, Gonzalo G., et.al.. Bancos Comunitarios de Semillas Criollas: una opción para la conservación de la agrobiodiversidad.. Centro Agronómico Trópical de Investigación y Enseñanza (CATIE). https://www.catie.ac.cr/guatemala/attachments/article/17/bancos-comunitarios-de-semillas-criollas.pdf
SEPSA. Política Nacional de Semillas de Costa Rica 2017-2030.. Secretaría Ejecutiva de Planificación Sectorial Agropecuaria..
Vernooy, R., et.al.. Community Seed Banks. Origins, evolution and prospects.. Food and Agriculture Organization.
Villalobos Q., T.. Conservación y producción de semillas comunitarias.. Universidad Estatal a Distancia..
Noticias
La Guerra de las Semillas
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FAO: servicios ecosistémicos y biodiversidad