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Los corredores biológicos son clave en la conservación de flora y fauna costarricense
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- Cooperación alemana trabaja en 15 corredores biológicos naturales y 2 corredores biológicos interurbanos.
- Los corredores biológicos representan el 33% del suelo tico.
La deforestación, el cambio de uso de suelo y la destrucción de los hábitats naturales a causa de las actividades humanas han transformado el paisaje costarricense a lo largo de los años.
Una gran parte de la biodiversidad del país se encuentra fuera de las áreas protegidas, por lo que los corredores biológicos (CB) juegan un papel importante para garantizar la movilidad de la flora y fauna entre los distintos hábitats, ayudando a la conservación de especies, de los ecosistemas y de los servicios que nos brindan.
“Pese a su importancia para la conservación, las áreas protegidas son pequeñas en extensión y se encuentran relativamente aisladas, lo cual representa una amenaza para las mismas. Los corredores biológicos articulan a las áreas protegidas entre sí y sirven como puentes para muchas especies de fauna”, destacó Jairo Sancho, Coordinador del Programa Nacional de Corredores Biológicos del Sistema Nacional de Áreas de Conservación, SINAC.
Gracias al esfuerzo realizado por el Proyecto Corredores Biológicos de la Cooperación alemana GIZ y el SINAC, 15 corredores biológicos priorizados trabajan de forma estratégica para conservar los recursos naturales de cada territorio.
Estos espacios son clave, ya que para garantizar el mantenimiento de la diversidad hay que conservar el ecosistema en que viven las especies en todas sus etapas de la vida, considerando que pueden emigrar y al hacerlo necesitan de una ruta con ciertas particularidades.
“A través de la técnica de fototrampeo (cámaras trampa) hemos evidenciado que muchos animales utilizan los corredores biológicos para su supervivencia. Pizotes, dantas, aves y algunos felinos como el jaguar o cauceles, son algunas de las especies que dichosamente han quedado registradas en estos videos, lo que nos da la esperanza de estar haciendo un buen trabajo”, agregó Sancho.
Las buenas prácticas y el fortalecimiento en la gestión han dado resultados en todos los corredores biológicos priorizados por el Proyecto. Un ejemplo es el caso de la Reserva Karen Mogensen, zona núcleo del CB Peninsular, en donde lugareños han identificado a través de cámaras trampa la presencia de diversa fauna en el corredor.
“Los vecinos que integran este corredor se han involucrado activamente en la conservación de la biodiversidad en la zona, los recursos naturales enriquecen el corredor biológico y a su población. El esfuerzo entre comunidad, gobierno y empresa privada es la clave para lograr el equilibrio y garantizar la permanencia de especies”, explicó Jorge Vásquez de la Fundación para el equilibrio entre la Conservación y el Desarrollo, FUNDECODES.
Costa Rica, un país conectado ecológicamente.
En Costa Rica existen 46 corredores biológicos, lo que representa el 33% de su territorio. El Ministerio de Ambiente, Conservación de la Naturaleza y Seguridad Nuclear (BMU) a través de su iniciativa mundial “Protección del Clima – IKI”, apoya acciones en 15 corredores biológicos rurales (Proyecto “Corredores Biológicos”) en los corredores biológicos interurbanos Río Torres y María Aguilar (“Proyecto Biodiver_CITY”).
“El objetivo de la Cooperación Alemana es apoyar municipios, los comités locales y el sector privado (MIPYMES) en los corredores biológicos naturales y urbanos para impulsar la participación ciudadana, fortalecer las capacidades locales de gestión, en miras de un uso sostenible de los recursos naturales”, destacó Michael Schloenvoigt de la GIZ, Director del Proyecto Corredores Biológicos.
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